Hola
de nuevo corazones. He estado un poco apartada de las redes sociales
últimamente y como os comentaba hace poco por instagram, hay veces
que hace falta apartarse un poco, hacer una pausa, incluso dar un
paso atrás y observar todo con perspectiva.
Sabéis que estoy haciendo un profesorado de yoga y mientras más leo, experimento, aprendo, siento, observo... me doy cuenta que en lo verdadero, simple, natural está el yoga y tenía la sensación de no estar haciéndolo bien (respecto al blog y las redes sociales), de estar enfocándolo desde mi lado egocéntrico (no me malinterpretéis), no desde mi corazón, mi verdadero ser.
Así
que inconscientemente dejé de publicar e hice una breve depuración
cibernética. De vez en cuando me gusta dedicarme un par de días
para observarme, escucharme y reconectar conmigo misma. Sin
distracciones externas. Preguntarme si soy feliz, si me siento bien
con lo que hago, con las personas que me rodean, si debo y quiero
hacer algún cambio, si lo que estoy haciendo en este momento me deja
dormir bien por la noche, si estoy en el camino correcto hacia mi
objetivo a corto, medio o largo plazo. Hay muchas veces que es
dificil responder, y es en ese momento cuando hay que actuar y
reconectar con uno mismo. Hay veces que es más fácil y solo hace
falta hacer unos pequeños cambios y dejarse llevar.
En
mi pequeño “break”, me di cuenta que como estaba llevando el
blog y las redes no me llenaba por completo, porque no pretendo que
este blog sea el mejor del mundo, tener millones de seguidores,
etc... Quiero daros lo mejor de mi, que me acompañéis en mi
aventura yóguica y yo acompañaros a vosotros; con sus días buenos
y sus días no tan maravillosos.
La
vida tal y como la conocemos no es siempre color de rosa. Hay una
gama infinita de colores y lo único importante es cómo queremos
verlos. Yo desde el corazón; haciendo las cosas con amor, sin
esperar nada a cambio porque ya lo tenemos todo. Agradeciendo cada
momento, disfrutando cada paso y dando siempre lo mejor de nosotros
mismos. Dándonos la oportunidad de vivir nuestra vida. Reconectando
con nuestra esencia, nuestro niño interior, nuestro lado mas
auténtico y verdadero.
No
os quiero aburrir con mi cháchara, y que penséis que me he vuelto
un poco loca o me he fumado algo de buen rollo. Simplemente os deseo
una vida feliz y que hagamos de este mundo, un mundo verdadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario