A
veces nos olvidamos de lo importante que es “respirar”. Sí, sé
que tooodos respiramos, si no, no estaríamos vivos. Pero no todos
respiramos de la mejor manera. Nuestra forma de respirar dice mucho
de nosotros y según cómo respiramos podemos saber cómo vivimos (y
el tiempo que lo haremos).
En
el Budismo se tiene la creencia que tenemos un número determinado de
inhalaciones y que cuando se acaban, morimos. Me resulta interesante
y sobretodo me hace plantearme cómo gestiono mi número de
respiraciones (es para pensarlo, no?)
En
este tema, el Prânâyâma (prâna: aire/energía vital –
âyâma:control, expansión, retención, expansión) es nuestro mejor
amigo. He estado estudiando un poco más sobre este tema y por eso me
sentí con la necesidad de invitaros a respirar mejor, más
consciente y tomándonos nuestro tiempo.
Existen
muchos ejercicios de prânâyâma, pero lo principal es darnos cuenta
de cómo respiramos, sin alterar nada y desde ahí trabajar. La
mayoría hacemos respiraciones claviculares (o sea superficiales)
donde no renovamos el oxigeno de los pulmones y tampoco trabajamos
nuestra capacidad pulmonar. Algo sumamente importante es; siempre, siempre respiramos sólo por la nariz y tratando de tener la espalda lo más recta posible.
Hace
un tiempo escuché que el prânâyâma (control de la energía vital)
podía curar muchas enfermedades. Y sinceramente lo dudé un poco; no
porque no tuviera lógica, sino porque no creía que fuese tan
simple. Ahora que estoy estudiándolo con un poco más de
profundidad, me he dado cuenta que muchos partimos de malos hábitos
+ alimentación inadecuada + estrés y vamos perdiendo nuestro
contacto con nuestra naturaleza (lo que realmente somos) y con la
naturaleza que nos rodea.
Respirar
es mucho más que inhalar y exhalar en automático. Tenemos que
tomarnos el tiempo de exhalar todo el aire que podamos, inhalar
llevando el oxígeno suficiente a los pulmones y exhalar la mayor
cantidad de aire, para ir eliminando el aire viciado que hemos
acumulado. No hace falta que estés todo el día respirando de manera
consciente, al principio empieza con unos 10 min. (exhala – inhala
– exhala...) y de esa manera vamos haciendo un (buen) hábito, para
que después aunque lo hagamos de forma inconsiente (automático), lo
haremos de la manera correcta.
Es
importante que en tu práctica de prânâyâma cuentes con un maestro
o guía, porque así como el prânâyâma puede curar muchas
enfermedades (asma, flema, etc.); el hacerlo de manera incorrecta,
puede ocasionar algunas afecciones (dolor de cabeza, fatiga, etc.)
Pero no te asustes, empieza con tomar consiencia de tu respiración y
corrígela haciendo inhalación y exhalación (gradualmente) más
largas, sin forzar ni sobrepasar tus limites. Recuerda que estamos en
un proceso de aprendizaje sin tiempos ni comparaciones, tenemos toda
la vida (y las que vengan).
Respira
y vive sin preocupaciones (al final todo pasa).
No hay comentarios:
Publicar un comentario