Yo
me crié en un lugar donde siempre gozábamos de muy buen tiempo,
recuerdo que una de las cosas que más me gustaba hacer al llegar del
colegio era quitarme zapatos y calcetines y corretear por la toda la
casa y el jardín.
Después
pasaron los años y una va adquiriendo malos hábitos jajaja. Te
pones tacones de vértigo, llevas calzado cerrado y en ocasiones
bastante justo (porque crees que tus pies son enormes). Pasada esa
etapa de loca juventud, volví un poco a poner los pies en la tierra.
Nunca
he sufrido ningún tipo de dolencia o problema en los pies (aunque no
los he tratado tan bien como debería) y creo que mucho de eso tiene
que ver con mi manía de descalzarme en cuanto tengo ocasión. Así
que os recomiendo que os quitéis los zapatos y disfrutéis de la
sensación.
Hace
un par de años entré a una tienda de deportivas ya que otra de mis
pasiones es correr, (aunque ahora estoy en pausa, por una lesión).
Recuerdo que me atendió Carlos (propietario de Natural Running) y me
empezó a contar los beneficios de descalzarse, de dejar libre a tu
pie. Lo explicaba (y seguramente lo sigue haciendo) con una pasión
que me convertí desde ese mismo instante en una seguidora y
defensora de poner los pies en la tierra.
En
la práctica de yoga lo tenemos más fácil, ya que las sesiones son
con los pies desnudos y podemos obtener sus beneficios.
- Caminar sin zapatos nos ayuda a liberar las energías negativas que acumulamos. Ya que somos energía lo mejor es dejar que fluya y se renueve.
- Nos ayuda también a eliminar y prevenir el estrés y la depresión.
- Se estimula la planta del pie, donde tenemos infinidad de terminaciones nerviosas, y mejoramos su funcionamiento (corazón, hígado, riñones, ojos, estómago, etc).
- Nos ayuda a mejorar la postura corporal.
- Fortalecemos las piernas y los pies.
- Despertamos el pie, se mantiene activo y alerta evitando torceduras o deformaciones.
Así
que si eres de los que no se descalzan ni en la playa o sólo en la
sesión de yoga. Piénsalo de nuevo, y quítate los zapatos.
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